viernes, 27 de octubre de 2017

Es lindo ser lindo!

Hoy les presentamos la historia de Nidia Liliana, una campeona que atravesó muchas dificultades al ser una mujer obesa, pero ahora es linda por dentro y por fuera. Ganó vida al perder esas libras que la atormentaban.

 



Mi nombre es Nidia Liliana Rivera Alvarado, quiero contarles lo que fue mi vida antes y después de llegar a la clínica de la alegría, cuando conocí a una persona espectacular, la Doctora Marcia Martínez.
Tuve a mi hija hace 11 años durante mi embarazo aumenté 60 libras y pensé que después de salir del hospital me vería igual al llegar a mi casa, lo primero que hice fue verme al espejo y me di cuenta que estaba con un sobrepeso increíble,  a partir de ese momento comenzó en mi vida una depresión, tristeza males y enfermedades que ni si quiera me imaginaba comencé una lucha en contra del sobrepeso sin saber cuál era la solución, empecé a probar cantidad de medicamentos que me hacían bajar 5 libras pero que después me hacían subir 20 libras comencé a ganarme apodos, que me decían, gorda, keiko, chamú, la nalgona la culoncita y una cantidad de cosas que me hacían sentir triste.

Trataba cada día de dejar de comer pero era algo que no podía hacer, no sentía la voluntad para dejar de comer, así pasaron los años y cada año mi meta propuesta era bajar de peso, pero al llegar diciembre tenía más sobrepeso y me sentía más triste, llegó un momento en que me resigné y traté de amarme como era, pero nunca lo logré siempre dijeron que yo era muy guapa, simpática pero nadie sabe lo que "el gordo" sufre y esconde en su interior, no me gustaba ir de paseo o a una piscina porque no quería ponerme un short, porque sentía que las personas me quedaba viendo, me daba mucha vergüenza.


El año 2016 decidí otra vez proponerme bajar de peso y dejar de comer, me gustaba mucho viajar pero sentía vergüenza de mí misma, cuando salía de paseo no podía vestirme como yo quería, siempre parecía que iba a trabajar no tenía ropa adecuada, y si hablamos de la ropa era un "caos" cada vez que quería comprar, ni siquiera podía usar ropa de una tienda "normal" estaba pensando comprar ropa en las tiendas para tallas grandes  en lugar de dejar mis malos hábitos alimenticios.

Decido irme para la Campa, Lempira, algo que recuerdo y me dio tanta vergüenza cuando uno de los encargados dijo que no me quedaba el arnés de seguridad porque estaba muy gorda, me dio pena y lo quedé viendo mal, pero tenía razón, Cuando veo las fotos ahora me doy cuenta lo mal que me veía y lo mal que me sentía,  mi autoestima por los suelos.

Comencé a sentirme mal de salud, me dolía la planta de los pies pues mi cuerpo ya no soportaba tanto peso, no podía caminar, me cansaba, sentía que el corazón se me estaba saliendo cada vez que me tocaba caminar una cuadra y lo peor de todo es que yo sabía cuál era mi mal. EL SOBREPESO.

Pero en ningún momento se me ocurrió buscar ayuda aunque siempre con la idea de buscar una nutricionista que me ayudara pero nunca tuve el valor o la decisión, porque yo no podía dejar de comer no sé si ansiedad por la misma depresión que sentía en ver en lo que me había convertido.

Cada vez que comía mi estómago se inflamaba parecía que estaba embarazada y aún así con mi estómago inflamado y sintiéndome cada vez más gorda, aún así seguía comiendo no paraba de comer sentía una ansiedad horrible.


En diciembre del 2016, después de ver unas fotografías del 24 de diciembre recuerdo empecé a llorar y llorar y llorar de verme gorda fea triste decepcionada de mi misma, pero tampoco buscaba la solución sólo lloraba y me ahogaba pero no pensaba en buscar una solución.

Todos los lunes comenzaba una dieta diferente que pataste, agua, unas nuevas pastillas que me han salido al mercado y nunca logré nada, probé una cantidad de medicamento que ya por último me causaba ansiedad de comer.

En enero del 2017, ya para comenzar a trabajar, platicando con una compañera me dijo de un programa que había llegado al seguro social y recuerdo que me dijo -dicen que uno se  tarda pero pruebe,- Bueno dije vamos a hacer el último intento creo que ya no tenía nada que perder y lo que pensaba era (si el pantalón me queda más apretado me iré a comprar una talla más grande) llegué a usar talla 14 de pantalón, las tallas más grandes en camisa para poder disimular un poco "la panza " Fue entonces cuando a finales de enero fui donde la doctora recuerdo que la vi y me dio pena hablarle me dio más vergüenza cuando el Licenciado Clotter me preguntó qué cuántos años tenía y que si tenía que bajar de peso porque parece una señora, me marcaba tanto que en la calle me confundieron con mi mamá, pero sí me miraba como una señora llegué donde la doctora Marcia con curiosidad de saber qué era lo que ella me iba a decir.

Cuando entré, no sabía ni qué decirle no sabía a qué me iba a enfrentar cuando ella me tomó las medidas y el peso fue de muerte al darme cuenta todo lo que podía pasarme si no cambiaba mi estilo de vida, sinceramente pensé que no iba a servir que era una pérdida de tiempo, pero después de una semana de comer saludable y seguir las indicaciones de la doctora me comencé a sentir mejor increíblemente, los males desaparecieron, la migraña, me sentía más liviana, me sentía saludable, dejé de tomar las pastillas para el estómago y después de una semana con el cambio en mi alimentación fue como poco a poco comencé a ver el cambio, comencé a ver cómo las personas se admiraban cuando me miraban más delgada.





Poco a poco y con enorme sacrificio comencé a ver cambios en mi ropa, en mi salud y lo mejor de todo no habían dolores de ningún tipo me comencé a sentir linda, cosa que no sentía desde muchos años atrás, creo que Dios es perfecto y tiene el momento para todo, conocer a la Doctora Marcia y entrar al programa fue lo mejor que pude hacer en mi vida, ahora me siento diferente linda y orgullosa de lo que he logrado a pesar de todas las criticas y malos comentarios que se dieron a causa de mi vida saludable. 


Las personas que me criticaron me felicitan y me admiran y eso me hace inmensamente feliz ya que pude salir adelante sin la gorda que me hacia tan infeliz.


Gracias a Dios, a la doctora y a mi propio esfuerzo, de ser talla 14 ahora soy talla 3 me siento feliz, linda, con energía, con ganas de vivir, con ganas de hacer muchas cosas, hoy me siento feliz y ha cambiado mucho mi vida para bien.



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